lunes, 22 de marzo de 2010

Inauguran el Festival Flamenco de Los Ángeles

El viernes 19 de marzo comenzó el inaugural Festival Flamenco de Los Ángeles en el Performing Arts Center de la ciudad de Redondo Beach.

Después de varios años de espera mientras otras ciudades estadounidenses han gozado de festivales del arte flamenco, como Nueva York, Miami, Santa Fe, Santa Bárbara, hasta Irvine entre otras, finalmente hay un festival que pretende llevar el nombre de la ciudad de Los Ángeles.

Se pregunta por qué no se ha organizado un festival que lleve el nombre de Los Ángeles hasta ahora. La respuesta es precisamente por la falta de organización entre los flamencos activos en el area. Quizás unos han estado demasiado ocupados como para organizar un magno evento, o les ha faltado la visión. Es por esta razón que finalmente la región angelina encontró en un aficionado y guitarrista, Mitchell Chang, a un organizador con el talento y el tiempo para crear un festival para la región.

Este evento tiene el potencial de llegar a ser uno de los más importantes festivales en Estados Unidos y en el mundo. A la misma vez es un evento que permite mostrar el talento y el potencial en la región angelina.

El festival se inauguró con la presentación "Flamenca" de la bailaora oriunda del area angelino, Briseida Zárate. Lo que resonará en la historia es que el cuadro inicial que la acompañó fue compuesto de flamencos que son, y que hacen sus vidas en Los Ángeles. Entre ellos estaban las bailaoras Vanessa Albalos y Mizuho Sato, el cantaor Jesús Montoya oriundo de Sevilla, España radicado en Los Ángeles por más de veinte años, el cajonero Gerardo Morales y los guitarristas Gabriel Osuna y Kai Narezo que como muchos otros músicos fueron atraídos a Los Ángeles por ser considerada como la capital del entretenimiento del mundo.

Briseida quien es ganadora de un premio del Festival Flamenco de Nuevo México empezó su presentación acompañada de Mizuho Sato a su derecha, y Vanessa Albalos a su izquierda. Las tres salieron por alegrías vestidas a un estilo muy parecido al de Los Farrucos. La presentación terminó con Briseida bailando por soleá.

Para la segunda mitad del concierto el plato fuerte fue "La sobremesa," obra de la bailaora ahora radicada en Nueva York, Omayra Amaya. Esta obra tuvo tintes muy teatreros, con coreografía montada para un escenario más grande, contrastando con lo que se espera ver del flamenco en tablao. La primera impresión es una de teatro, no es lo que uno espera ver del flamenco íntimo y tradicional. La coreografía funcionaba para crear interludios entre los bailes de los solistas. La obra en su totalidad no llevaba pausas, sino transiciones musicales funcionando como interludios entre bailes, con coreografía. Esta técnica fue utilizada para crear continuidad entre las secciones de la obra en su totalidad.

Destacó el baile de solista de Edwin Aparicio, quien bailó por alegrías.

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